Trabajar duro no es igual a un alto nivel de productividad. Trabajar de manera inteligente dentro del tiempo disponible es lo que nos hace productivos.

Aquí hay algunos consejos simples para medir el nivel de productividad y aumentarla cuando sea necesario.

La tarea y no el tiempo dedicado es lo que necesitas evaluar principalmente. Evalúa la importancia de la tarea en la que pasas tu tiempo. Algunas tareas realmente no valen el tiempo que se le dedica.

Revisa la calidad del resultado que obtienes después de hacer un gran esfuerzo. Solo somos productivos cuando podemos obtener buenos resultados del esfuerzo que hacemos.

Una persona productiva no pasa todo el día en una sola tarea. El número de sus tareas completadas podría ser una muy buena manera de evaluar su nivel de productividad.

Si produces bienes o presta servicios, el beneficio que obtiene puede sugerir su nivel de productividad.

Las ganancias altas sugieren una buena productividad, mientras que las ganancias bajas sugieren una productividad pobre.

Considera cuidadosamente todos los recursos que invertiste para completar una tarea.

Relaciona el costo de los recursos con el valor del resultado que obtienes, para ver cuán productivo es realmente .